Esta novela tiene un activo innegable. Ortega sabe contar y logra lo que todo escritor desea en primer lugar. Entretener. Este thriller nacional se lee fácilmente y este Dan Brown criollo conoce la fórmula para lograrlo. Mezcla notablemente la historia del Chile de las guerras independentistas con una narración que ocurre en pleno siglo XXI, llena de intrigas y vuelcos inesperados.
De hecho la historia se presta para ser llevada al cine, ya que funciona y calza como un interesante guión cinematográfico, esperando que algún director extranjero la descubra (la producción sería de costo altísimo para las precarias divisas con las que se invierten en obras chilenas, por lo que descarto una aventura nacional de tal envergadura).
Sin embargo, la novela se queda en el terreno de los Best Seller y no toma vuelo de literatura con letras mayúsculas. Es evidente que el protagonista es un alter ego del autor, quien se mantiene firmemente anclado en asombranos en cada vuelta de página, pero no de proponernos una visión de mundo que ahonde en sutilezas o en significativas relaciones entre su mundo creado y el complejo Chile pasado y el actual.
De todas maneras, Ortega merece un buen reconocimiento, ya que, junto a la tropa del freak power (con un notable J. Baradit, el guía mentor, y A. Bisama, sumando a M. Wilson y otros), han logrado posicionar un discurso alternativo y muy creíble de Chile.
En suma, una novela que se recomienda leer a todos, menos a aquellos que aún creen que nuestro país es una mezcla de cuecas, empanadas, ejércitos victoriosos y de alma solidaria, cuya máxima expresión es la Teletón. A ellos, la obra de Ortega creo que les revolverá un poco el estómago, lo que a estas alturas del partido sería un acierto notable del autor de Logia.
Titus Wayne
Profesor.
Logia. Ortega, Francisco. Editorial Planeta. (Texto extraído de la revista SimulacroChile) |
Una distopía es una utopía negativa donde la realidad transcurre en términos opuestos a los de una sociedad ideal, es decir, en una sociedad opresiva, totalitaria o indeseable. El término fue acuñado como antónimo de utopía y se usa principalmente para hacer referencia a una sociedad ficticia en donde las tendencias sociales se llevan a extremos apocalípticos. ¿Por qué Santiago de Chile es una ciudad distópica? Sólo visítala y comienza a mirar a tu alrededor...
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