Profesora de matemática, ella; profesor de literatura, yo. Supe de su existencia el 01 en un colegio Ñuñoíno. Nuestras miradas se encontraron el 05 en un teatro de Morandé. El 11 redescubrimos a Neruda en Bellavista. Reímos de la vida en un café concert de Providencia el 15. Cachureamos en el Persa Bío-Bío el 21. El 25 sentí su calor corporal en una casona de Miraflores. Le confesé mi amor en el Teleférico del San Cristóbal el 28. Partió al norte el 31 sin dar razones. La felicidad no existe. Letras y números sólo conviven en el álgebra y la trigonometría.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
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4 comentarios:
Matemática, literatura, especial ¿verdad?
la felicidad si existe...
Marce:
estamos de acuerdo,la felicidad s� existe, pero para el pobre hombre abandonado del cuento esa posibilidad es inviable, por ahora.
Matem�tica y literatura... buena combinaci�n.
Confesión 1: hoy no buscaba otro blog, llegué directamente al tuyo.
Confesión 2: tal como la protagonista del cuento, yo también soy profesora de matemática.
Confesión 3: me gusta que contestes mis comentarios.
Confesión 4: no tengo explicación para seguir atrapada en tu blog...
Confesión x confesión:
- Yo también soy profesor, pero de lenguaje.
- Excelente que te gusten mis narraciones,
- Coméntame sobre los otros cuentos y no temas criticarlos.
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