A Harari
Desde hace varios años que me encuentro oculto en una caverna del Cajón del Maipo, a algunos kilómetros de Baños Morales. Vivo de milagro. El agua, si bien la extraigo del deshielo inexorable, esta escasea cada vez más. Me alimento de hierbas silvestres, que los rayos inclementes del sol secan cada vez más rápido y una que otra alimaña, cuyo cuerpo encuentro inerte, debido a que no sobrevivió al cambio climático.
He perdido la noción del tiempo. Creo que me encuentro entre los años 2125 y 2130. Luego de la gran matanza ritual de los Homo Sapiens que llevaron a cabo de manera horrible los Homo Deus. Los escasos sobrevivientes huimos despavoridos de la gran capital y nos escondimos en distintos lugares. Estos horribles semidioses, con sus miembros mejorados, debido a los avances biotecnológicos, se creyeron el cuento de la raza superior y las emprendieron contra nosotros. Chile, luego del progresivo deshielo de los hielos antárticos y la debilidad de la capa de ozono, sufrió lo indecible.
Varias ciudades costeras del sur y centro quedaron bajo las aguas y otras, inhabitables, debido al sol implacable. Los Homo Deus capitalinos construyeron gigantescos domos climatizados en algunas comunas del sector oriente de Santiago y hace una década, el gobierno, utilizando sus fuerzas armadas, comenzó con el exterminio de nosotros, por considerarnos prescindibles, inútiles y de menor categoría. En un comienzo fueron matanzas masivas. Luego, derivó al abuso. Torturas, macabros juegos de tiro al blanco y, aún peor, usarnos como cobayas experimentales con el fin de probar sustancias, maquinarias y cualquier atrocidad que se les ocurriera para luego eliminarnos sin piedad.
Sé que mi vida de anacoreta tiene sus días contados. Que las fuerzas especiales me descubran y me hagan pagar terriblemente mi osadía es una realidad próxima. Me encuentro preparado. Les haré frente con la única arma que dispongo. En sus laboratorios, antes que me escapara, me inocularon varias cepas de una antigua enfermedad que comenzó a asolar al planeta en el 2019, según las antiguas crónicas. Según mis carceleros y seudo - científicos, con el fin de darle un uso terapéutico. Lo que desconocen es que desarrollé una extraña inmunidad a ésta, pero a la vez, un alto poder de contagio mortal hacia seres vivos. Será mi dulce venganza. Aquí los espero.
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