sábado, 26 de abril de 2008

El lugar común

Una nueva batalla tribal(*).


La columna de Temistocles Jerez de la Sota

(Profesor de Ética y Moral)


"Nos llueve sobre mojado". "Caímos de la sartén a las brasas". "Salimos de Guatemala y llegamos a guatepeor". Usted, amigo lector, use la sentencia que más le acomode. De todas maneras el resultado es el mismo: pierde Chile una vez más.

Cuando ya creíamos haberlo visto todo en nuestros hedonistas y desorientados jóvenes, estos nos sorprenden una vez más. Si en el pasado reciente convivimos (y aún soportamos) a Pokemones, Otakus, Visual, Emos, Góticos y un largo etcétera de esta caterva de tribus urbanas que pululan nuestra capital, hoy debemos prepararnos para la llegada de Vampiros y Licántropos.

A los primeros debemos soportarlos todas las noches. A los segundos, afortunadamente, sólo las noches de luna llena. Sus lugares predilectos, al igual que las tribus antes mencionadas, son bares, discoteques, pubs y recitales de "música" rock. Es aquí donde aparece la primera molestia ocasionada por estos tunantes, ya que los vecinos de estos lugares deben padecer el ruido ensordecedor de los gruñidos, los gritos desgarradores de sus víctimas y aullidos que realmente desquician a cualquiera.
No sólo coparon (más bien se tomaron a la fuerza) las calles de nuestra capital, sino que además se enfrascaron en un sórdido combate sin cuartel. El conflicto dio comienzo cuando sus presas humanas escasearon, ya que los integrantes de las otras seudo - agrupaciones cayeron en cuenta y se pertrecharon de cruces (los Góticos ya las llevaban consigo), redomas de agua bendita y revólveres artesanales cargados con balas de plata, frustando las intenciones de sus depredadores (el ajo no fue utilizado, porque afeaba el estilo de todos).
Se ha vuelto habitual cada noche santiaguina ver como Vampiros y Licántropos se despedazan unos a otros. Todo esto a vista y paciencia de la autoridad gubernamental. No se preocupe. Ya sabemos por anticipado la respuesta de nuestros iluminados líderes. Formarán una comisión de "expertos" que estudie el tema, evacuarán un informe que no leerá absolutamente nadie y cobrarán un jugoso cheque, pagado con los impuestos de todos los contribuyentes de este atribulado país, mientras tanto estos estólidos y despreocupados "jóvenes caballeritingos" continuarán haciendo de las suyas.
La verdadera solución usted y yo ya la sabemos: mano dura, tolerancia cero, "duro con el que dura más". Pero nuestros abnegados policías, aparte de no contar con la dotación de hombres adecuada, se encuentran atados de pies y manos. Bastará con encerrar a estos energúmenos "chupa sangre" (en el sentido literal de la palabra) una noche, para que acto seguido, abandonen de inmediato la justa reclusión carcelaria, porque nuestro débil sistema judicial así lo permite.
¡Alzo por enésima vez mi voz de absoluta protesta ante este nuevo vejamen!
De todas maneras, ya afilo mi lápiz de mina blanda Nº2, con el fin de votar correctamente en el 2009 para que nuestras nuevas y ejecutivas autoridades desalojen a Otakus, Emos, Vampiros, Licántropos y... usted bien sabe a quien más desalojarán.
(*) Columna de opinión extraída del diario El Moderado, cuerpo A, pág. 3.

viernes, 18 de abril de 2008

El advenimiento de un nuevo hrönir.

Espectacular lanzamiento de novela CI - FI.
El púgil de Mike Wilson aterriza en Santiago de Chile

El escritor autografiando su creación rodeado por sus discípulos


El pasado martes 15 de abril se recordará como una de las fechas más bizarras del calendario artístico nacional. En el Café Literario del Parque Balmaceda se dieron cita un heterogéneo y númeroso grupo de personas para asistir al lanzamiento de la novela El púgil del escritor argentino - norteamericano Mike Wilson.


Mike Wilson, avencindado ya hace algo más de tres años en nuestro país, refresca las letras nacionales entregándonos su última creación. Una novela que ni sus conspicuos presentadores J.Baradit, A. Bizama y F. Ortega (pertenecientes, al igual que Mike, a la nueva generación de fabuladores) se atrevieron a ubicar cabalmente. ¿Ciencia - Ficción?, ¿Fantaciencia? ¿Literatura de anticipación?. La única certeza es que El púgil es una excelente novela que debe ser leída con fruición(1).



El propio Wilson nos adelantó algunos derroteros a seguir en su obra. Aunque por razones obvias no adelantó el contenido, si nos contó una experiencia personal que contextualizaría en parte su mensaje. Vio, en años pasados, un extraño programa en un canal de cable (probablemente el Infinito) en donde la temática central era el enojo que sentían algunas personas con sus electrodomésticos y como los maltrataban. Sin embargos estos últimos se vengaban de sus dueños de las maneras más inverosímiles que nos podamos imaginar. De alguna manera lo anterior se relaciona con la trama (2).

Nosotros agregamos que si el lector es cinéfilo, telemaníaco, adicto a los comics y enconado enemigo de las clasificaciones , es decir, proclive a la cultura Neopop y al Posmodernismo El púgil se convertirá en un manual de cómo desestructurar aún más su ya desestructurada existencia. Larga vida a Mike y a su esquizofrénica generación de biomecanoides sobrevivientes del fin del mundo que nunca ocurrió.

Foto 1: presente en la gala encontramos a Toto Miguez, Ministro Plenipotenciario de Pepeslavia; Sammy Merriñou, Cónsul de Dolaronia y Richy Belafonte, actor del film chileno El ataque de las arvejas mutantes asesinas.

Foto 2: nuestro festejado acompañado por Pipe y Pato, integrantes del "Grupo de los Diez", junto a Titus Wayne, agregado cultural de la República Independiente de Avellaneda.

domingo, 13 de abril de 2008

Extraños vecinos extraterrestres

La experiencia generalmente será mejor pedagoga que la teoría. Digo esto ya que esa noche comprendí cabalmente el significado del concepto paranoia (perturbación mental fijada en una idea o en un orden de ideas, según el Diccionaro de la Real Academia Española de la Lengua).
Durante años les enseñé a mis alumnos que la paranoia era una de las características fundamentales que poseía el mundo literario de la Ciencia - Ficción. Toda vez que nos atemoriza sobremanera el presentir que las invasiones extraterrestres, lo inexplicable y el fin de la humanidad podrían estar agazapados a la vuelta de la esquina y dispuestos a estallar sobre nuestros rostros.
Esa vez me había quedado trabajando hasta tarde en el colegio. Salí de la oficina sin antes ver el reloj de la pared. Eran las 11.07 hrs. Salvo el nochero, no se encontraba persona alguna en el recinto. Aseguré la puerta y me disponía a salir cuando detrás del murallón que divide el recinto educacional vi una extraña iluminación. Como me encontraba en un segundo piso mi posición de vigía parecía ideal. Es un terreno abandonado sólo poblado por malezas y algunos automóviles en mal estado, que se encuentran detrás de un servicio bencinero ubicado en el Cantagallo.
Los destellos le dieron al recinto una apariencia tenebrosa, porque se dibujaban en la oscuridad los contornos de los vehículos y las matas semejaban brazos extendidos. Paralizado por el miedo y detrás de un delgado pilar del edificio observaba como se abría el piso de tierra y escombros de donde emergía lentamente una nave circular de moderadas proporciones. Detuvo sus maniobras cuando su base se encontraba a ras del piso. Esperó unos segundos y levantó el vuelo a una velocidad inaudita, perdiéndose en la noche santiaguina.
Salir lo más pronto posible del lugar, llegar al paradero de microbuses y subirme a uno de ellos deben ser las empresas que más rápidamente he cumplido en mi vida.
Ya repuesto de la experiencia y sudado entero estúpidamente reflexioné en voz alta:
- De ahora en adelante portaré mi cámara fotográfica en mi mochila, desde mañana prestaré más atención a los trabajadores del servicentro gasolinero e intentaré detectar que se traen entre manos y finalmente me disculparé con mi hermano menor, quien construyó en el sótano de su casa un búnker.

viernes, 11 de abril de 2008

Una condena asumida


Quiero desear con todo mi ser que los sueños no posean la premonición como única ruta de entendimiento. La otra noche tu alma me visitó y me aterraron las visiones oscuras que me deparó esa presencia febril. Te visualicé muerta en vida. Una cataléptica voluntaria, que asume resignada su destino impuesto por fuerzas que cree no poder controlar. Llorabas silenciosamente para no molestar a los otros. Esos otros que te señalaban con dedos acusadores que tú crees justos, aunque no conozcan todos los hechos de una hermosa causa emprendida por tu imprudencia de mujer. Dejabas que las alimañas llevaran tu níveo y aromático cuerpo por zonas nebulosas y comparecías ante el gran juez de las profundidades. El veredicto ya lo conocías de antemano e ingresabas mansamente a las catacumbas finales. Te dabas sólo una licencia: volteabas la cabeza y me dedicabas una última y lastimosa mirada, suplicando perdón.
Durante la mañana siguiente no logré concentrarme un minuto en mis asuntos e invoqué el día entero a Calderón, quien por boca de Segismundo, el vidente, sabiamente decía estas palabras:
...soñemos, alma, soñemos
otra vez; pero ha de ser
con atención y consejo
de que hemos de despertar
deste gusto al mejor tiempo... (*)
(*) La vida es sueño. Calderon de la Barca. Jornada III. Versos 172 a 176.