sábado, 31 de mayo de 2008

El síndrome de Peter Pan.

¡INSÓLITO!
SEUDO GRUPO KISS
LA ROMPE EN COLEGIO CAPITALINO
Ellos eran los profesores...
Comentario musical de
Michael Phillip Jagger
Escarbando en la gran maraña de hechos inauditos a los que he asistido en mi vida, el que les relataré ocupa un lugar de preferencia. Y las razones son variadas.
En mis comienzos de reportero, mi jefe de página me ordenó cubrir los incipientes festivales escolares de los setentas. Los estudiantes adolescentes eran nuestros lectores objetivos y darles cabida por vez primera en nuestra revista era dar un golpe de audacia, aparte del evidente olfato comercial subyacente. Asistí a cuanta presentación fuera posible. Recorrí los colegios e institutos educacionales de casi todo Santiago. El patrón era el mismo, con leves variaciones : presentación de grupos estudiantiles locales y comunales que soñaban con ser grandes rockeros y que apenas rasgueban guitarras, destrozaban baterías o enronquecían voces, intentando emular a Deep Purple, Led Zeppelin, Black Sabbath y una eterna nómina de superstars. Finalmente se presentaba el plato de fondo, que era la presentación de un grupo musical de cierto renombre a nivel underground. Es allí donde tiene origen mi cuento...
En un colegio del sector oriente de la capital, cuyo nombre no enunciaré para cubrir el nombre de todos los inocentes e involucrados, el Centro de Alumnos se aprestaba a organizar el mayor evento musical de sus vidas. Se dieron el lujo de llamar a audicionar a los mejores grupos de la comuna y se consiguieron a una banda tributo que imitaba a la perfección al poderoso grupo norteamericano KISS, ídolos de aquella época. La presentación del estos alter egos musicales incluían una cuidada estética glam, un sonido respetable para una banda nacional y el gran final, con fuegos artificiales, potentes luminarias y grandes explosiones. En resumen, los asistentes casi estarían convencidos que se encontraban viendo a KISS en Chile.
Las entradas se agotaron rápidamente y el recinto no daba cabida a ninguna alma más. El show daba comienzo y las distintas agrupaciones se sucedían en el escenario. Sin embargo, en el ambiente la impaciencia subía, debido a la espectación que despertaba la presentación del tributo a KISS. Pero estalla el drama. Tres de los integrantes de la banda comienzan a manifestar fuertes dolores estomacales, acompañados de mareos y vómitos. Lo que se supo tiempo después fue que al concesionario del casino del colegio le habían comunicado que cesaba funciones a fin de mes, luego de cinco años de servicios y él no encontró nada mejor que despedirse y vengarse, dándoles de comer alimentos descompuestos a la banda. La situación amenazaba con desbordarse cuando a la secretaria del centro de Alumnos se le ocurre una solución que marcaría toda una época en los anales de la música escolar. Nunca se supo cómo convencieron a unos profesores del recinto, los vistieron con los escasos trapos que tenían ( la banda tributo se había llevado toda la infraestructura), los maquillaron y fueron lanzados al escenario...
El éxito fue inmediato. Los "improvisados rockeros" cantaron rock and roll all night y el el recinto reventó en una catarsis sin precedentes. Se olvidaron del evidente y deplorable mal estado físico de los músicos, en especial del vocalista que imitaba a Gene Simmons, y que el socías de Ace Frehley se equivocara por partida doble, toda vez que ejecutó una guitarra Tizona y no la Gibson Les Paul correspondiente, además de ataviarse como Slash de Guns N'Roses. La guinda de todo este postre es que los docentes renunciaron a sus trabajos, no porque la dirección del establecimiento encontrara inapropiada su "performance" para representantes del magisterio, sino porque la banda tributo a KISS los contrató como teloneros de su espectáculo y se fueron de gira por Sudamérica con el inquitante nombre de DECADENCIA KISS.
(Comentario extraído de la revista juvenil "19")

domingo, 25 de mayo de 2008

Dentro de la utopía subyace la distopía, pero al interior de esta última se encuentra el verdadero ideal.

Flor de Mayo F.C.
La otra pasión...






Comentario deportivo de
Manuel Francisco Dos Santos.

Era uno de los cientos de mails que llegan a mi computador, cuyo destino no era otro que la papelera de reciclaje. Sin embargo, por un error de tecleo, en vez de eliminarlo, lo abrí. Fue uno de esos momentos fortuitos que, con el tiempo, uno agradece toda la vida. Unos equipo de fútbol de adolescentes me invitaban a conocer su minúscula y silente liga de fútbol, llamada "Los Lancondinos", ubicada a los pies de la cordillera. Me emocionó la candidez de la invitación, en especial creyendo que la tomaría en cuenta. Cansado de escribir las mismas sandeces de siempre de nuestro predecible balompié profesional y criollo y arriesgándome a una severa reprimenda de mi editor, me contacté con los organizadores y partí a cubrir "el gran reportaje."


Al llegar, mi primera impresión fue de decepción. Los partidos prácticamente se jugaban en familia. Unos cuantos amigos y las pololas de los futbolistas acompañaban a este puñado de soñadores. Sin embargo esto no amilanaba a los organizadores. Es más, parecía que esa soledad los hacía más fuertes de carácter. Me recibieron los dirigentes del club "Flor de Mayo F.C.", quienes eran los responsables de la invitación. Me enteré que pese a no tener nada, querían hacerlo todo y deseaban un espacio minúsculo en la revista que yo trabajaba.
Acompañé toda la tarde a este grupo de deportistas e intenté registrar sus desventuras, si el término cabe, porque su nivel futbolístico era deplorable, toda vez que desconocían las herramientas técnico - tácticas más básicas, como también las mínimas reglas de administración deportiva. Sin embargo poseían algo que me atrapó para siempre. El corazón no les cabía en el pecho a la hora de practicar su pasión dominguera, además su solidaridad para con el otro era encomiable. Fue una pequeña fiesta para recordar por mucho tiempo.



Al marcharme, con una sonrisa en los labios, no quise dejar en el tintero una de las imágenes que retrata fielmente a este quijotesco grupo humano. El alegato al árbitro por una falta supuestamente injusta y la posterior tarjeta como reprimenda, que ocurre en todas las canchas del mundo. La "calentura" y luego... nada. Nos encontramos en el tercer tiempo: jugadores, árbitro, dirigentes e invitados para degustar el asado y una conversación postpartido, amena, distendida y colmada de camaredería.
(Extractado de la revista deportiva "Gol y Gol")

martes, 6 de mayo de 2008

Una tertulia bizarra


El comentario televisivo de Lou Ferrigno(*)

Luego del holocausto nuclear, ¿Japón evolucionó, dejando atrás a todo el resto del orbe o aguarda el mejor momento para cobrar antiguas deudas, según un análisis profundo del manga y el animé? ¿Sabía usted que Robert Blake, el actor que interpretó a Baretta, gran serial de los setentas, se encuentra en un grave predicamento? ¿Se imagina a José María de Navasal como periodista deportivo y cubriendo el mítico Mundial de Fútbol de 1950, ese del maracanazo en Brasil? ¿De verdad sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Parecieran interrogantes lanzadas caóticamente, pero quien piensa así le erra por mucho. Son interesantes y variopintos temas que abordan cada domingo en la noche por el canal ARTV un disímil grupo de contertulios cuya única motivación es el gustar de una amena y desestructurada conversación y degustar, con igual fruición, una opípara cena regada con finos mostos en el restaurant Los Corrales de Providencia, lugar desde donde se transmite el programa.

Todo comenzó cuando Eduardo Wood Jr. , su director, planteó a los ejecutivos del canal ARTV un embrión que se encontraba en su cabeza ya hace algún tiempo. Según él, no se había explorado los gustos de ciertos adultos que gozan contando y escuchando historias que están relacionadas con su infancia, adolescencia y juventud, pero cuyas temáticas no son tradicionales ni apelan al lugar común. Al contrario, se destacan por su excentricidad y marginalidad, usando como referencia contenidos televisivos, cinematográficos, deportivos, policiales, políticos, y un extenso etcétera, pero centrando la mirada en el dato "freak" o la anécdota inquietante que rodeó un hecho o persona pública. Con ello, Wood dio en el mismísimo blanco, ya que instaló un nicho desconocido hasta ahora.
La primera tarea fue conformar la mesa redonda. Para ello, se entrevistó con decenas de personas que cumplieran el perfil, es decir, gente de apariencia conservadora, pero de profesiones u ocupaciones fuera de lo común y con un acervo narrativo que ya se lo quisiera cualquiera. Luego de maratónicas sesiones de entrevistas se conformó el equipo que originalmente constaría de seis integrantes. Por confesiones del propio director supimos que el sexto personaje era de profesión Inspector de Colegio, noble y abnegado trabajo, pero que su segunda ocupación, esta es de piloto de avión, nunca pudo ser debidamente acreditada (ver Ficha técnica). Por ello, cada domingo se suple esta pérdida con un invitado especial ad - hoc al estilo y temática del programa. Les adelantamos que en futuros programas podremos saber qué fue de Agustín Arenas y Yamilet Fernández, más conocidos como Súper - Taldo y Yamilet, la curandera de los setenta.
La temporada 2008 de este especial club acaba en Julio, aunque su ciclo se repetirá durante todo el resto del año. Finalmente, y lo que eleva aún más la calidad del programa, es que a Eduardo Wood Jr. lo llamaron desde USA para que dirigiera la segunda parte de su afamada película Plan 9 del espacio exterior. Le invitamos entonces a pasar al comedor y saborear las bizarros cuentos de estos señores, que hacen el ridículo, pero con estilo.

Ficha técnica.
Nombre del programa: El Club de la Tertulia.
Canal: ARTV
Horario: domingo, 24.00 hrs. (repetición lunes, 04.00 hrs.)
Dirección: Eduardo Wood Jr.
Contertulios:
Mike Wilson (tarotista y vendedor viajero)
Titus Wayne (sicomago y administrador de cabaret)
Toto Miguez (prestidigitador y vista de aduanas)
Sammy Davis (alquimista y perito calígrafo)
Leoncio León (corsario y dueño de colectivos Santiago - Puente Alto).

(*) Comentario extraído del suplemento de espectáculos del diario Las Antepenúltimas Noticias de Mañana.

domingo, 4 de mayo de 2008

De cumpleaños y no cumpleaños.


Alicia había dejado de soñar (no en vano su edad ya frisaba los cuarenta y cinco años). Sus hermosos y cansados ojos despidieron las escasas lágrimas que derramaba en solitario.
En un postrero esfuerzo evocó aquella tarde. Aquella hermosa tarde en que el Sombrerero Loco le había celebrado el único cumpleaños de que poseía memoria. La mesa se encontraba bien dispuesta, pese a que el señor ya había perdido la costumbre de disponer cubiertos, platos y servilletas. Ella apenas contenía las emociones. Sentirse festejada, alagada, tomada en cuenta al fin. Abrazó al Sombrerero y lo besó apasionadamente. ¡Qué importaba el mañana cuando tenía frente a sí un presente extraordinario!
Degustaron las galletitas con forma de animalitos, el té de finas hierbas y los biscochitos de chocolate. Cantaron hasta quedar sin voz aquello de feliz, feliz no cumpleaños, para mi, para tú.
Al caer la tarde y exhaustos de reír se prometieron amor eterno. Ambos sabían que las mentiras en esas circunstancias se pasan por alto. La despedida, sin embargo, acercó aún más sus corazones.
Un molesto ruido de pasos en la entrada del departamento volvió a Alicia al centro mismo de su enajenada realidad. Escasa importancia le concedió a tal predicamento. Había visitado nuevamente el País de las Maravillas y eso ya era suficiente.