martes, 8 de julio de 2008

Economía de Mercado

Venta de chatarra
interestelar en el
Persa Bío Bío
Que no se llame a confusiones. Lo que expongo aquí con convicción y valentía no es un ataque artero al Mercado Persa Bío Bío. Si existe algún lugar amado por mí en Santiago es este pedazo de cielo anárquico que se ubica en el populoso barrio Franklin. No en vano he gastado y he gustado durante largos años de mi vida recorriendo y saboreando cada galpón, cada cuadra, cada vericueto de este pacífico monstruo laberíntico capitalino. Habiendo dicho esto, me veo en la obligación de denunciar un tráfico de artículos cuyo origen no es terrestre.



¡Qué más da! dirá usted y con justa razón. A qué tanta alaraca por otra de la muchas infracciones que se cometen en este lugar. La esencia del Persa es el trueque ilegal, a vista y paciencia de la autoridad (in)competente (¡esa es la gracia!). Por cierto que usted posee la razón, pero esas infracciones eran nuestras, criollas, güachacas. Que comenzaban con nosotros y acababan con nosotros. Las leyes no escritas las imponíamos según nuestros pareceres y si preguntarle la opinión a ningún mandamás, ni siquiera a los milicos durante los setenta y ochenta, salvo cuando el alcalde Ravinet, en los noventa y sin consultarle a nadie, trazó el actual "plan regulador" del Persa Bío Bío y lo modeló como se conoce en la actualidad.


Al punto. En este cuasi sacrosantro lugar se trafica mercancía venida de otras galaxias. Quizás para algunos sea la noticia del siglo, toda vez que se dilucidaría la existencia de vida extraterrestre, constaríamos con tecnología de punta y todo esto ocurriendo nada menos que en suelo patrio. Quienes piensan así le erran fiero, porque este tipo de transacciones llevan décadas realizándose en los países del primer mundo, en donde el intercambio sofisticado de productos y servicios avanzadísimos es toda una realidad. ¿De dónde creen ustedes que los gringos y los japoneses obtienen sus adelantos y en tiempo record?




El gran problema es que la basura, el sobrante, lo que dejó de ser útil para el Occidente desarrollado llega a parar a nuestras ferias, disfrazado de ofertón, de ganga, de novedad del año. ¿Usted nunca se ha preguntado por qué tal cantidad de millones de dvd's y cd's de películas y música de tan buena calidad que se tranzan cada fin de semana? ¿Tantos miles de celulares habilitados al momento? ¿Tanto repuesto indicado y justo para ser utilizado? ¿Quién los fabrica? ¿Por qué siempre la policía detiene a los distribuidores y no al eslabón que origina la cadena del tráfico? Demasiadas interrogantes sin la debida respuesta.



Y las preguntas siguen: ¿por qué se lleva a cabo esta operación? ¿quién se beneficia con ella? ¿quién tiene el poder para encubrirla? Las respuestas, aunque usted no lo crea, son obvias. En primer lugar para mantener el status quo del subdesarrollo. En la segunda interrogante nuestra clase dominante tiene la palabra. Y por último, del '89 hacia atrás los uniformados y la derecha política son los socios fundadores del proyecto y del '90 en adelante la Concertación gobernante sólo se sumó a la lista de beneficiados. Desde esta humilde tribuna llamó a los santiaguinos de corazón, amantes de lo nuestro y de la libertad a elegir a organizarnos y crear conciencia que el Persa Bío Bío es producto nacional, no envasable, ni intercambiable y por ningún motivo desechable.