
El hombre lo había hecho bien, que digo bien... espectacular. No llevaba ni seis meses al mando de la nación cuando ya remecía el ambiente con medidas que a sus aliados espantaba, a sus detractores sorprendía y al resto nos descolocaba. Eliminó la UF, creó una AFP estatal, aplicó un plan de rediseño de impuestos y con la ley Nº4593, prácticamente relanzó a las PYMES, en desmedro del gran empresariado. Al terminar su primer año de mandato y en las oficinas del Congreso dormían el sueño de los justos varios proyectos de ley que devolvían la educación pública al estado, nacionalizaban definitivamente el cobre y mejoraban sustantivamente la ley laboral. Sin embargo, lo que marcó su ruina fue el proyecto que resolvía de manera taxativa y noble las desapariciones de personas durante la dictadura militar de Pinochet.
El resto ya es historia... su limosina descapotada atravesando esa mañana del 21 de mayo de 2011 lentamente por calle Manuel Montt. El hombre saludando a los miles de adherentes que lo vitoreaban y antes que llegara al frontis del edificio parlamantario los tres disparos que acabaron con su vida. La Comisión Longueira realizó de manera puntillosa su trabajo y sus conclusiones aplastantes acallaron cualquier sombra de duda. El anarquista loco que asesinó al presidente, disparando desde una ventanilla del segundo piso del Rodoviario de Valparaíso, poseía un impresionante currículo. Ingresó al FPMR en los '80 en donde fue expulsado por sicótico, luego merodeó como asaltante de bancos en los '90 y militó en las huestes anárquicas nacionales. Sin mencionar que no poseía familia (sus padres estaban muertos), sin hermanos y apenas una relación de pareja la cual era golpeada constantemente.
Modred, que era la chapa del magnicida, ignoraba su destino inmediato, ya que al salir fuertemente custodiado por la policía en un estacionamiento subterráneo de los tribunales de justicia, recibió un mortal disparo en el estómago propinado por un mafioso de poca monta, quien declararía luego que lo hacía en nombre del pueblo que lloraba a su rey muerto.
Demás está decir que se llamó a elecciones y ganó, en primera vuelta, el abanderado de la derecha más dura. Esta vez contando con los votos de una aplastante mayoría de los ilustres ciudadanos de este país.